Redescubrir la ciudad con ojos nuevos. La oferta cultural, lúdica y gastronómica de Madrid es muy variada: permite gozar de sus valores más emblemáticos, pero también puede sorprender con rincones desconocidos y propuestas alternativas. ¿Quién se anima a descubrir Madrid desde el cielo? En el teleférico se disfruta de una impresionante vista de la ciudad. Además, muchas azoteas y terrazas abren sus puertas; en algunas incluso se puede comer.

En Madrid están surgiendo mercados que recogen propuestas innovadoras y alternativas. Como el de la Buena Vida, que promociona alimentos ecológicos, artesanos y de proximidad; el de Motores, con una oferta de ocio integral en el Museo de Ferrocarril, o el Central de Diseño, que apuesta por tendencias sostenibles y accesibles.



Madrid pone al alcance de las familias infinidad de planes. Pueden visitar el jardín botánico con los niños, acercarles a la cultura egipcia en el Templo de Debod o llevarles a ver el tradicional relevo solemne de la Guardia Real. También les puede resultar divertido montar en el Tren de Jardín del Museo del Ferrocarril, descubrir la colección de autómatas de The Robot Museum, admirar los dinosaurios del Museo de Ciencias Naturales o conocer la Casa Museo del Ratón Pérez. Y el Paseo de Camoens, en el Parque del Oeste, se transforma cada fin de semana en una pista para patines y bicicletas. Quien quiera explorar los alrededores de la ciudad puede optar por visitar el Parque Natural de Peñalara o el Castillo de los Mendoza, en Manzanares del Real.

No se puede estar en Madrid y no probar alguno de sus platos típicos, como el cocido, el bocadillo de calamares o los callos. Tampoco habría que perder la oportunidad de salir de tapas y seguir la ruta de las tabernas centenarias de la ciudad. Otra alternativa es acudir al Mercado de San Miguel, junto a la Plaza Mayor, que ofrece degustaciones de tapas además de actividades culturales y de ocio. La última tendencia es acompañar las tapas con un vermut. Y es que este aperitivo con solera ha vuelto a ponerse de moda. También se ha implantado con fuerza el afterwork, una costumbre adoptada de Londres y Nueva York, que viste de glamour el típico acto de tomar algo con los compañeros al salir del trabajo.


Más allá de típicos monumentos, museos y zonas turísticas, la capital ofrece otras rutas interesantes menos conocidas. Varias empresas y particulares organizan recorridos curiosos como el del Madrid misterioso, que desvela leyendas de edificios como el Banco de España o el Palacio de Linares, o el de la antigua ciudad musulmana de Mayrit. Sin salir de la ciudad, existen muchas opciones para gozar de la naturaleza. Además del emblemático Parque del Retiro, resultan interesantes la Rosaleda del Parque del Oeste, que acoge variedades de rosa de todo el mundo; la Quinta de los Molinos, con cientos de almendros que muestran un precioso espectáculo cuando florecen, o los románticos jardines del Parque del Capricho. También forman parte de ese legado verde Madrid Río, que ocupa los márgenes del Manzanares con zonas naturales e instalaciones deportivas, y el Anillo Verde Ciclista, una vía de trazado circular que rodea el casco urbano.