Una casa con alfombra roja
Es una de las arterias comerciales más nobles y elegantes de Europa. La calle Marqués de Larios acaba de cumplir 128 años y es conocida como una de las Millas de Oro más pujantes y por las esquinas redondeadas de sus edificios, según el estilo adoptado en Chicago a finales del XIX. Desde los balcones de este piso señorial, que vio construir un jovencísimo Pablo Picasso, se divisa cada año la alfombra roja del Festival de Málaga y la Semana Santa más popular del Mediterráneo. Son 231 metros cuadrados con mucha historia.
Esta icónica vivienda de Solvia en la calle Larios se distribuye en hall de entrada, gran salón señorial con cuatro balcones que hacen esquina en el edificio, con orientación y vistas a la plaza de la Constitución, cocina con zona de office, despensa independiente, 4 dormitorios, 2 baños y 1 aseo reformados.
En total, 231 metros construidos (178 útiles) que aprovechan todo el chaflán redondeado del edificio para orientarse a la plaza donde nace la calle Larios, auténtico corazón de esta vibrante ciudad de 570.000 habitantes.
La calle que se adelantó a la Gran Vía de Madrid
La calle Larios fue diseñada a finales del XIX por el arquitecto Eduardo Strachan Viana-Cárdenas, autor también de varios de sus elegantes edificios. Se inauguró el 27 de agosto de 1891 tras unas obras que permitieron materializar el sueño de los malagueños de la época: unir la plaza de la Constitución con el puerto y dotar a la ciudad de una calle señorial similar a las de otras grandes ciudades europeas. Su traza y los chaflanes redondeados de sus edificios siguieron la pauta de la escuela de Chicago.
Esta calle se adelantó dos décadas a la Gran Vía de Madrid, con la que guarda aún similitudes por su arquitectura y su relevancia comercial. Un niño llamado Pablo Picasso observó las obras durante los meses previos a su marcha a La Coruña, justo en agosto de 1891, coincidiendo con la inauguración de la arteria. Su casa se encontraba a poco más de 600 metros, en la vecina plaza de la Merced.
Una alfombra roja en la meca del cine
Durante el Festival de Cine de Málaga, en el mes de marzo, la calle Larios se engalana con una interminable alfombra por la que desfilan las estrellas de cine. El rojo hollywoodiense da paso en solo unos días al morado de Semana Santa. Porque la calle es el escenario por donde desfilan las cofradías malagueñas, con Antonio Banderas como principal embajador y protagonista. Y en diciembre, la vía principal de Málaga se convierte en un festival de luces y colores y se erige en el escenario navideño por antonomasia de la Costa del Sol.
La identificación entre la calle Larios y el glamour de Hollywood viene de lejos. Fue en el antiguo hotel Victoria, en el número 9, donde tuvo lugar en 1896 una de las primeras proyecciones cinematográficas del sur de Europa. Solo unos privilegiados asistieron a la llamada “fotografía animada” del Kinetógrafo Werner, con obras de Lumière y Méliès.
Un piso rehabilitado con la elegancia del XIX
El edificio ha sido rehabilitado recientemente, con ascensor y portero físico. Gracias a las reformas emprendidas, conserva el aire elegante de los palacetes del XIX, con columnas a la vista, techos altos y suelos de madera, pero se ha renovado para adaptarla a las comodidades del siglo XXI.
Así, el piso cuenta con cocina amueblada, aire acondicionado y carpintería exterior de PVC con doble acristalamiento. Una de las viviendas más exclusivas que se pueden encontrar hoy en Málaga.
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